Con la Selectividad ya finalizada en la mayoría de Comunidades españolas y el curso a punto de acabar, se acerca el momento de decidir en qué queremos especializarnos. Para eso, hay que pensar en los tipos de empleos que nos gustaría desempeñar y en cuyos puestos de trabajo pasaremos gran parte de nuestra vida. Por eso, para elegir qué estudiar el próximo curso no sólo hay que mirar las asignaturas que mejor se nos dan, sino hacia dónde nos lleva ese camino.
Analizarse a uno mismo para conocer fortalezas y debilidades es un paso clave en cualquier decisión y especialmente si ésta va encaminada a elegir el tipo y nivel de estudios. Puntúa de uno a diez aspectos como tu capacidad de memorizar, si te gusta leer, la facilidad de deducción, tu agilidad en cálculo mental o tu manera de relacionarte con los demás.
Hay que tener claro el tipo de formación al que vas encaminado: si estamos eligiendo una Formación Profesional, iniciarte en la Universidad, especializarte a través de un máster o realizar unos cursos de certificación profesional. Cada formación se imparte de una manera diferente y goza de unas becas en función del nivel de estudios, las calificaciones, la renta familiar, el coste de la matrícula y los gastos que suponga vivir fuera de casa o usar el transporte.
El grado de inserción laboral es uno de los consejos que más da la gente, pero si siguiéramos este criterio, todo el mundo tendría que estudiar medicina, informática o telecomunicaciones. Es mejor que eches un ojo a los estudios que te interesan de verdad y analices las asignaturas que tendrás que superar para obtener el título. En ellas podrás ver los contenidos que te enseñarán y si éstos van en la línea de aquel campo que te gusta y sobre el que quieres aprender más para el día de mañana trabajar.
Un aspecto muy interesante son las prácticas que ofrezca el centro educativo al que acudas. Estas colaboraciones con empresas complementarán tu aprendizaje, te darán a conocer el mundo laboral y te abrirán las puertas a contactos profesionales, por lo que es un requisito a tener en cuenta a la hora de elegir estudios.
Por último, cuidado con preguntar a otras personas que estén cursando la carrera o FP que te interesa. Cada uno tiene una experiencia diferente, que no tiene que ser igual que la tuya. Por eso, ¡vive tu propia experiencia estudiantil!