El verano ofrece múltiples opciones para potenciar la experiencia personal y profesional. Los campos de trabajo son una de ellas. Se trata de programas destinados fundamentalmente a jóvenes que buscan potenciar el aprendizaje intercultural, el desarrollo personal y el refuerzo de valores como la cooperación y la solidaridad. Los campos de trabajo consisten en desempeñar tareas como voluntario. No hay por tanto retribución económica, aunque la organización que lo lleva sí se hace cargo del alojamiento y la manutención.

Esta actividad suele estar organizada por los organismos de juventud de las Comunidades Autónomas y en ellas puedes mejorar tus habilidades lingüísticas, ya que la muchos incluyen a gente de otras nacionalidades.

En el momento de inscribirte debes especificar si quieres acudir a alguna localidad de tu Comunidad, si prefieres ir a otras autonomías o, incluso, si deseas realizar el campo de trabajo en el extranjero. Para esta última opción hay un Servicio de Voluntariado Internacional (SVI) del que hablaremos más en profundidad en otra ocasión.

También hay campos de trabajo temáticos. Por ejemplo, si te encanta la naturaleza, puedes disfrutar del verano ayudando en la regeneración de un área afectada por las llamas, en la limpieza de un parque natural o en el cuidado de las aguas de un río o lago.

Una de las mayores ventajas de los campos de trabajo es que no hace falta un gran desembolso. Los gastos que realices en relación al ocio son los que correrán por cuenta propia, mientras que la comida y el alojamiento están incluidos en el programa. Además, no es necesario tener conocimientos previos ni del área donde vas a colaborar, ni de la zona donde vas a desempeñar tu labor. El único requisito es tener una mente abierta para convivir con otras personas de diversas culturas que te ayudarán a aumentar tu círculo social.

Los campos de trabajo son una experiencia personal muy enriquecedora, pero también un buen complemento a tu currículum. Con tu participación demuestras que eres capaz de trabajar en equipo, que estás abierto a nuevos proyectos y que tienes iniciativa. Si además el programa tiene carácter internacional, la práctica de idiomas como el inglés o el francés te vendrán muy bien para refrescar la pronunciación y mejorar el nivel.

En los puestos de trabajo se valoran conocimientos de la materia, pero el empleado también debe poseer habilidades sociales y lingüísticas que se adquieren con experiencias como la que se adquiere con los campos de trabajo estivales.