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Empleo

Los cuatro trabajos más refrescantes

Con varias provincias españolas en alerta amarilla por las altas temperaturas, son muchos los que tienen que trabajar al aire libre extremando las precauciones para no sufrir un golpe de calor. Por eso hoy te traemos cuatro ejemplos muy refrescantes y las principales aptitudes que hay que tener para optar a ellos.

  1. El título de socorrista está homologado y es imprescindible para ser contratado en este puesto, bien para mar, piscinas o parques acuáticos. Este trabajo supone una gran responsabilidad sobre las personas. Hay que tener una buena vista para localizar las emergencias, rápida capacidad de reacción ante imprevistos y buena forma física para llegar corriendo o nadando a donde se requiera su presencia. Además, deberás imponer autoridad cuando alguien no quiera ponerse el gorro o se tire a bomba.
  2. Vender helados es un trabajo estacional que suele comenzar en Semana Santa y se prolonga hasta octubre o noviembre, en función de cómo sea la climatología, pero si el volumen de ventas es grande puede dar para vivir el resto del año. Puedes optar por elaborar tus propios helados artesanos o buscar el respaldo de una franquicia conocida. Es fundamental ofrecer un producto de calidad a un precio competitivo, ubicarse en un sitio céntrico y tener paciencia con aquellos clientes que no se deciden por qué sabor elegir.
  3. Dependiente en centros comerciales. Estos espacios están climatizados para mantener una temperatura agradable tanto en verano por el calor como en invierno ante el frío. Para estos puestos debes cuidar tu imagen y extremar la educación para no incomodar a los clientes. Una buena oratoria te ayudará a conectar con los visitantes de la tienda y conocer técnicas de venta te darán ventaja con respecto a otros candidatos. Lo mejor es que te ofrezcas directamente para departamentos en los que conozcas a fondo el producto, lo que te dará más seguridad para saber venderlo.
  4. Enseñanza. Son muchos estudiantes los que necesitan refuerzo en verano, bien de las asignaturas que han suspendido, bien para mejorar las áreas más flojas, como pueden ser los idiomas. Lo importante es ofrecer la materia en la que eres experto. Tener el máster en educación para enseñanza secundaria o formación pedagógica será un plus en el proceso selectivo. Además, las clases particulares en verano suelen impartirse sólo en horario de mañana, lo que te permitirá tener la tarde y los fines de semana libres.