1. Tiempo. Probablemente hayas leído que buscar un trabajo es una tarea a la que hay que dedicarse en cuerpo y alma. En realidad esto no es tanto la exigencia en tiempo y sí el compromiso. Es muy probable que fracases en tu búsqueda si sólo lo haces en tu “tiempo libre”, o sólo los fines de semana o cuando “te apetece”. Tienes que tomártelo en serio, planificar períodos de tiempo en tu día a día en los que asumas que están dedicados única y exclusivamente a encontrar trabajo. Lo recomendable es empezar con 30 minutos sin interrupciones al día e ir incrementando desde ahí.
2. Haz TU “gran lista”. El concepto de “gran lista” debe ser algo con lo que te familiarices y hagas tuyo. Consiste en una serie de conceptos e ideas relacionados con tu búsqueda de empleo que debes pensar con tranquilidad y tener muy claros. Puede abarcar todo tipo de criterios que consideres, algunos suelen ser: empresas en las que te gustaría trabajar, personas que podrían ayudarte a encontrar tu trabajo deseado, páginas que revisar a diario para estar al día, eventos a los que atender, etc. Puedes escribirlos en un cuaderno, en un Excel o incluso en tu teléfono para así llevarlos contigo en todo momento y poder mantenerlos actualizados. Tu lista será la guía que te mantendrá concentrado en todo momento en tu búsqueda de empleo, si de repente te encuentras perdido, tómate un respiro, repasa tu lista, recuerda cuáles son tus prioridades y céntrate en ellas.
3. Amigos. Hay que matizar que no entiendas el concepto “Amigos” como “Redes Sociales”.La realidad es que tus amigos son tu red y pueden llegar a ser muy importantes a la hora de encontrar trabajo. Son los primeros en los que deberías apoyarte a la hora de iniciar tu búsqueda de empleo ya que pueden suponer una gran fuente de consejos, ideas e incluso conexiones con sus amigos que también podrían ser de gran ayuda. No sólo es importante estar al día leyendo información de empleo en Internet, tus personas más cercanas te pueden dar una ayuda de primera mano muy valiosa.
4. Tarjeta Personal. Muchas personas ven extraño hacer tarjetas de presentación sin un título o un nombre de compañía en ellas. Se diferente. Las tarjetas estan muy extendidas en el mundo profesional así que es casi una obligación para un buscador de empleo el tener una. La mayoría de entrevistadores coinciden en que un candidato que presenta una tarjeta presenta muestras de madurez, seriedad y profesionalidad a la hora de trabajar así como un conocimiento de las herramientas que mueven el mercado. Diseña una tarjeta con una fuente sencilla y clara, puedes utilizar cualquier página de las que hay en internet o en tu negocio local más cercano. Incluye tu nombre, número de teléfono y correo electrónico. Si quieres, también puedes incluir tu título universitario, máster, sitio web personal si lo tienes y tu URL de LinkedIn.
5. El mejor Curriculum que puedas tener. Cada vez es más importante la necesidad de tener un currículum escrito y estructurado de una manera profesional. Da igual que la economía mejore o empeore, el mercado de trabajo seguirá siendo increíblemente competitivo así que tu currículum tiene que ser todo lo bueno que pueda ser. Si puedes permitírtelo, contrata un diseñador profesional de currículums. Si estás en la universidad o la has acabado recientemente podrás encontrar asesoramiento en tu centro para empezar a escribir tu CV. Como alternativa y volviendo al punto 3, siempre puedes tener amigos que recientemente o no tanto hayan redactado un gran currículum que les sirvió para conseguir su trabajo actual, sería ideal si también trabajan en tu sector, en cualquier caso toda ayuda es buena. No importa cuánto tiempo inviertas en la creación de tu CV, es un tiempo, esfuerzo y/o dinero que a la larga dará sus frutos.
6. Perfil de LinkedIn completo 100% Ahora que tienes tu currículum editado profesionalmente, es hora de exportarlo a tu perfil de LinkedIn. Con más de 135 millones y aumentando, LinkedIn se ha convertido en las páginas amarillas profesionales sin importar sector, nivel profesional o localización geográfica. Debes estar presente y estarlo de la manera adecuada para poder ser encontrado por empresas y ser tomado en serio por los contactos de tus redes.
7. Dos Vestimentas profesionales. Dependiendo del puesto de trabajo al que aspires y de la empresa a la que intentes acceder, considera qué tipo de vestimenta es más adecuada para la entrevista, en estos casos siempre puedes pasarte o quedarte corto. Si puedes investigar previamente mediante la página web de la empresa podrás hacerte una idea del tipo de empresa que es, saber si tendrás trato con clientes y por tanto la presencia es importante o si tu labor será más interna y no es necesario aparentar más de lo necesario. Si te es imposible conocer estos detalles siempre es mejor pecar por exceso que por defecto así que puedes vestir con el típico traje oscuro, camisa blanca y zapatos oscuros. En este caso asegúrate de cuidar al máximo los detalles, ir con un traje pero que no esté muy limpio puede hacer que generes el efecto contrario al que pretendes. Si crees que el traje es demasiado formal para tu puesto, aun así adapta tu estilo a un modelo casual, como una camisa y un jersey oscuro, unos vaqueros oscuros y zapatos normales, aunque no tengas trato con el cliente, debes transmitir seriedad y profesionalidad dentro de la empresa.