Muchos de nosotros buscan ser “híper-productivos” en el trabajo porque hay la convicción que si “estas ocupado” significa que estás trabajando duro. Pero no siempre es así. De hecho, “hacer por hacer” no es la clave para trabajar bien.
Tal y cómo explica un artículo ingles intitulado “work smarter, not harder”, para realmente ser productivos en el trabajo hay que usar la inteligencia y seguir estos consejos prácticos:
Termina por primero las tareas más importantes
Esta es la regla de oro en la gestión del tiempo. Cada día, hay que establecer dos o tres objetivos para completar, haz lo esencial, todo lo demás puede esperar.
Aprende a decir “no”
Elije cuales compromisos tomar y cuales declinar. Para ser efectivos es importante dedicar suficiente tiempo a los trabajos por los cuales te has comprometido.
Duerme por lo menos 7-8 horas
La mayoría de nosotros necesita de 7-8 horas de sueño para ser activos físicamente y lúcidos mentalmente. No sacrificarte, escucha a tu cuerpo y no subestime sus necesidades.
Empieza por tiempo
Casi todos tenemos la tendencia a posponer las tareas. Mientras que es mucho menos estresante empezar por tiempo, solo hay que autoimponérselo.
No te atasque en los detalles
A veces parece que los trabajos lleven más tiempo de lo necesario. Eso es porque queremos ser perfeccionistas. Concéntrate en terminar lo que estás haciendo, luego tendrás tiempo para revisarlo.
Haz de tus tareas un hábito
Tenemos que conseguir hacer de nuestro trabajo un hábito, de manera que seremos más eficientes sin mucho esfuerzo. Cada día más y mejor, esta es la clave.
Gestiona tu tiempo y haz pausas
Mientras trabajas, no te distraigas. Apaga el teléfono, cierra internet e dedícate solo al trabajo. Establece un tiempo para cada tarea y cúmplelo. Haz unas pausas para mantener la motivación. Haz deporte o una caminata en el aire fresco, pero no te pongas en frente de la televisión.
Haz menos
Ralentiza, no entre en el pánico y concéntrate en lo que tiene que ser hecho. A veces hacer menos es más efectivo de hacer muchas cosas vacías.
El disfrute debería ser siempre el objetivo final
No obstante probamos a seguir los consejos para trabajar mejor, todavía focalizamos nuestra atención en “lo que hay que hacer”. Pregúntate siempre: ¿Qué puedo hacer para disfrutar más los que hago? Escucha tu pasiones, sea curioso y ábrete a más posibilidades y verás que lograrás trabajar bien y ser feliz.
