La búsqueda de empleo puede hacerse larga y tediosa, afectando a nuestro humor. Sin embargo, también el humor afecta a ese proceso de encontrar trabajo. Si nos levantamos pensando que la cosa está difícil y la economía va mal, nuestra predisposición en la búsqueda ya estará condicionada por elementos negativos que harán poner menos entusiasmo en la tarea. El mal humor nos llevará a tener menos posibilidades en una entrevista de trabajo y la negatividad puede adueñarse de nosotros hasta el punto de bloquear la mente. Por eso, el humor es tan importante para encontrar un empleo.
Potencia tu autoestima cada día y comprobarás cómo la búsqueda de empleo mejora. Compagina el pensamiento positivo con la paciencia y el trabajo; todo dará sus frutos. Utiliza recursos como ponerte una canción animada al levantarte, leer una frase positiva cada día, hacer deporte con regularidad y tener una vida social activa. Todos estos consejos te darán más fuerzas para seguir adelante, incluso en los momentos complicados. Sentirse bien con uno mismo se ve reflejado en tu quehacer y las empresas buscan personas con entusiasmo, ganas y seguridad en sí mismas.
Los pensamientos negativos son barreras que debemos saltar con fuerza y que pueden frenarte en la consecución de tu objetivo, incluso sin que te des cuenta. Por eso hay que pensar en positivo, porque nadie lo va a hacer por ti. Tener la mente abierta y confiar en uno mismo predispone a las personas a resolver mejor los problemas y salir adelante tras los fracasos.
No temas confundirte. Asumo que todo ser humano puede errar y que lo importante es aprender de esas dificultades que salen día a día en nuestro camino. Del aprendizaje de los fracasos se sale más reforzado.
¿Quién tiene la culpa? No seas tu propio verdugo ni descargues con los demás tu ira. La búsqueda de trabajo puede ser compleja, pero no imposible. La mala situación económica no durará eternamente. A la vez que buscas trabajo puedes aprovechar para hacer y disfrutar de todas esas cosas que te gusta hacer y que el horario laboral no suele dejar: leer, viajar, jugar al tenis, cocinar, estar con familiares y amigos, estudiar ese idioma que se te resiste, etcétera.
Por último, no debes compararte con otras personas. Cada uno tiene sus cualidades, virtudes y defectos. Lo importante es que conozcas tus puntos fuertes y los potencies orientándolos a la búsqueda de tu trabajo ideal.