La entrevista de trabajo es fundamental a la hora de acceder a un determinado puesto. Una vez que nuestro curriculum ha sido seleccionado entre todos los candidatos, toca pasar esta dura prueba que es la puerta de entrada a la empresa y a conseguir un contrato. Por ello, conviene ir preparado a esta cita y ofrecer lo mejor de nosotros mismos para ser seleccionados.
Es muy importante mantener una actitud positiva, no estar nerviosos y entender la entrevista de trabajo, no como un examen, sino como una oportunidad para mostrar tu capacidad para desarrollar el trabajo que te ofrecen.
Debes mostrarte interesado y motivado para ocupar el puesto al que optas. Procura extraer los aspectos positivos de tus anteriores trabajos, sin menospreciar otras empresas ya que este aspecto no será bien recibido por la persona que te evalúa. En definitiva, debes transmitir cordialidad, honestidad, afinidad y tu valía personal.
Por otra parte, hay preguntas que se repiten habitualmente. Prepáratelas en casa para que no te pillen desprevenidas. Algunas son las siguientes: Hábleme de sí mismo; describa una situación de su vida en la que resolviera un problema con éxito; ¿Qué gana la empresa si le contrata a usted en lugar de a otro candidato?; ¿Cuáles son sus deficiencias o puntos débiles?; ¿Cuáles su salario para este puesto? O ¿Cuáles son sus metas a la larga?
Finalmente, ir bien vestido a la entrevista de trabajo es fundamental. La imagen dice mucho de ti, así que cuando te presentes en una entrevista, ten en cuenta la imagen de la empresa y arréglate conforme a ella. Lo que te pongas debe destacar el hecho de que eres un profesional, una persona fiable y confiada, lista para trabajar en un nuevo trabajo. Deja que te guíe tu sentido común.