¿Es posible trabajar y estudiar a la vez? No se puede negar que la situación requiere organización, esfuerzo y constancia, pero realizar ambas actividades al mismo tiempo puede tener otras ventajas importantes.
En primer lugar, estar matriculado en algún centro educativo suele conllevar la posibilidad de realizar convenios con empresas para ampliar los conocimientos teóricos. Si estás en la Universidad, acércate a la sección de prácticas curriculares y pregunta cómo puedes inscribirte. La Formación Profesional también reserva tres meses para destinar el horario lectivo a las prácticas en empresas. En ambos casos, la ventaja consiste en crear currículum, conocer cómo funciona el mundo laboral y abrir puertas a oportunidades laborales.
En la mayoría de las empresas suelen ser comprensivos con los horarios, teniendo en cuenta las clases a las que tengas que asistir o los exámenes que tengas que realizar. Gestionar bien tu tiempo es clave para no desatender las obligaciones del aula y, a la vez, cumplir con los objetivos laborales. Sin embargo, también debes prepararte para aquellos jefes que te piden estar al cien por cien, o para aquellos compañeros de clase más reacios a prestar apuntes. No te sientas mal si en alguna ocasión no puedes llegar a todo.
Cuando las prácticas son remuneradas o el trabajo a media jornada, esto supone el ingreso de dinero en la cuenta, lo que te permitirá reducir los gastos de matrícula, transporte o alojamiento, en el caso de que vivas fuera de casa. En verano y vacaciones puedes dedicar más tiempo a trabajar, lo que implicará un aumento de los ingresos.
Conocer nuevas personas es otra de las ventajas de trabajar mientras estudias. Esto te permitirá ampliar tu red de contactos profesionales o tener alguien a quien pedir una carta de recomendación para próximas oportunidades laborales.
Habrá momentos en los que te verás sobrepasado por las tareas a cumplir. Lo importante es organizarse para evitar el estrés y, si éste aparece, tener claro los motivos por los que se estudia y trabajar a la vez para evaluar la situación. No tomes la decisión de dejar una de las dos actividades por un momento concreto de más trabajo o por la época de exámenes. Acude a la planificación para gestionar mejor el tiempo sin olvidarte de tu vida social y personal. Cuídate para evitar caer enfermo y confía en tus compañeros de clase o de trabajo para sacar adelante las tareas encomendadas. El esfuerzo extra que realizan los estudiantes que trabajan se verá recompensado.