El incluir o no una fotografía en el Curriculum Vitae es una cuestión muy controvertida. En España puede ser un detalle muy valorado, sobretodo porque sirve a la empresa para conocer y recordar el aspecto del candidato que se está presentando a la oferta de empleo.
Hay que tener en cuenta que las cosas cambian de país a país. Aquellos candidatos que van al extranjero en búsqueda de empleo deben informarse acerca de la legislación existente en la materia, así como de las prácticas más habituales en cada determinado país. Por ejemplo en países como Alemania o China es más que probable que nos soliciten este tipo de información, mientras que otros como UK consideran ilegal la solicitud de esta información por poder ser motivo de discriminación.
En cualquier caso, debemos ser conscientes que nuestra apariencia física puede influenciar el resultado de un proceso de selección. Si la foto es solicitada, el consejo es elegirla con cuidado, porque no todas las fotografías son válidas.
Siempre hay que incluir una fotografía actual en la que salgamos en primer plano y con el fondo neutro, del tamaño de una foto de carnet de identidad. No hace falta que salgamos demasiado serios, se puede tener una sonrisa para provocar una buena impresión. Por último es muy importante que la fotografía salga clara y con buena definición para adjuntarla en la parte superior, derecha o izquierda, del CV.
Las ventajas de incluir una fotografía en el CV profesional pueden ser variadas. Antes de todo es una manera simple para facilitar la labor de reconocimiento de los candidatos por parte de los reclutadores que revisan miles de CVs. Si le gustó tu CV, el reclutador podrá identificarte más fácilmente.
La foto es además una herramienta para transmitir tu personalidad. Aunque sea una imagen formal refleja tu lenguaje no verbal, por ejemplo una pequeña sonrisa te presentará como alguien cercano y de confianza. Luego, mostrar un aspecto sobrio y acorde al puesto que quieres optar, especialmente para empleos “de cara al público”, es sinónimo de profesionalidad.
Por último la grande ventaja de tener una fotografía en el CV es que te diferencia de los otros porque no hay dos rostros iguales, y puede ser un valor diferencial de tu CV frente a otro que no la tenga.
En definitiva, enviar un CV sin fotografía puede interpretarse como una falta de interés o de tiempo a la hora de redactarlo. La sensación que se transmite es la de tener un CV incompleto, entonces para evitar malas interpretaciones aconsejamos de incorporar siempre una fotografía en tu CV.