Después de conocer el número de horas que estamos en las redes sociales a lo largo de un día, según indican los estudios, es lógico entender que éstas también se usen para la búsqueda de trabajo.

En primer lugar hay que tener claro en qué redes sociales vamos a estar. Para ello, influirán factores como la edad de la gente que está en ellas y el tipo de trabajo que estamos buscando. Para ejemplificar esto aludimos a Tuenti en el rango de edad, destinado a adolescentes y universitarios o a Pinterest para aquellos profesionales relacionados con el diseño, la arquitectura o las artes plásticas.

Más allá del cotilleo que éstas permiten, las redes sociales son un reflejo de nuestra vida personal, pero también de nuestras opiniones, intereses y actitudes. Por ello, se debe ser precavido con el nivel de privacidad de los distintos perfiles para saber qué público tiene acceso a nuestras publicaciones. Es interesante también dejar ver nuestras competencias profesionales para dar a conocer los proyectos laborales en los que hemos participado, tenemos en marcha o aspiramos a conseguir. De esta manera, las redes sociales nos devolverán mucho más de la información personal que volcamos en ellas.

Ten cuidado con las fotos en las que sales de fiesta con los colegas o los comentarios que realizas en grupos e imágenes de otros contactos. Evita que lo que digas o haga te reste puntos en tu esfuerzo por potenciar ese perfil laboral.

Crear una imagen personal unificada para las redes también es un aspecto clave y ofrecer continuidad en las publicaciones con elementos como un blog o una página web será símbolo de constancia y predisposición a aprender.

Las redes sociales pueden ayudar a que nos encuentren, pero también a buscar. Muchas empresas y ofertas de trabajo están ahí, de manera que la herramienta se vuelve imprescindible.

Diferencias entre redes personales (como es Facebook) y redes profesionales (como la conocida LinkedIn) también será clave para centrar nuestros esfuerzos en las realmente útiles.

Para terminar, hay que recordar que las redes sociales son una parte, pero no toda la oferta laboral está ahí. Portales como Servicioempleo son fundamentales para buscar trabajo a través de Internet.