//
Estás leyendo...

Actualidad

Las preguntas más difíciles de una entrevista de trabajo

La entrevista de trabajo es una de las fases clave en la selección de personal. Por eso es importante tener preparadas todas las respuestas posibles. En el post de hoy repasamos cuatro de las cuestiones más difíciles que se plantean en una entrevista de trabajo y que es importante responder de forma tranquila y honesta.

¿Por qué dejó su empleo anterior? Es una de las cuestiones clave que pueden aparecer en la entrevista. Tanto si ha habido un despido como si el empleado se ha ido por su cuenta, se debe responder la verdad. En el caso del despido, es probable que seas una de las personas afectadas por un expediente de regulación de empleo o una mala situación económica dentro de la empresa. No hay que tener miedo a explicar estas cuestiones. Si, por el contrario, fuiste tú quien dejó el empleo, apela a la búsqueda de nuevas oportunidades profesionales y pon en alza lo que en la empresa anterior aprendiste, sin descalificar a compañeros, jefes ni marcas, pues esto daría una mala imagen del entrevistado.

¿Por qué no hay actividad profesional en tus últimos cinco años? El entrevistador quiere saber a qué se debe esa inactividad y cómo puede afectar a su empresa. Aquí se deben dejar a un lado las cuestiones personales y remarcar en qué se ha ocupado el tiempo, en lugar de por qué no se ha tenido un trabajo. Detalla qué formación has recibido en ese período y cómo has seguido actualizándote para demostrar que tus conocimientos no están obsoletos.

¿Cuál es tu mayor defecto? Puesto que en la entrevista todo el mundo quiere mostrar sus virtudes, encontrar tus puntos débiles es una de las tareas del entrevistador. Aquí tienes que ser capaz de darle la vuelta para que la pregunta, que busca algo negativo, encuentre algo positivo en la respuesta, diciendo cosas como “no deberías contratarme si estás buscando una persona que trabaje sola, porque yo valoro más el trabajo en equipo y considero que unir fuerzas ofrece mejores resultados”.

¿Cuánto quieres ganar? Es una pregunta complicada y que suele dejarse para el final, pero que puede ser planteada por el propio entrevistador. No digas una cifra redonda, sino una horquilla de salarios que dé más amplitud y remarca las responsabilidades que tendrías o el valor extra que aportarías a la empresa y que les haría revertir ese dinero.