Cada vez más trabajadores del área de la salud se ven obligados a emigrar para trabajar en otros países donde son muy valorados por su gran formación práctica. A la marcha cada vez más numerosa de enfermeros españoles se suma la de otros profesionales como es el caso de los médicos.
Entre los países que piden más médicos encontramos: Reino Unido, Francia y Alemania y los países escandinavos. Fuera de Europa llama la atención el gran pedido de médicos en Brasil y Sudamérica. En aumento también Oceanía, Asia en general y países árabes como Arabia Saudí.
En Brasil donde se registra un déficit de profesionales en distintas regiones, se ha desarrollado el programa ‘Mais médicos para o Brasil’, iniciativa puesta en marcha tras las protestas de sus propios ciudadanos para mejorar la atención sanitaria. El programa abrió una convocatoria de 7.000 empleos incluyendo personal procedentes de otros países en los que la ratio médico/habitante sea superior a la de Brasil.
Brasil es uno de los destinos preferidos por los médicos españoles que ven en ello una alternativa al paro en España. De echo los profesionales de salud españoles son ya una referencia para Brasil, sobre todo en áreas como Oncolología, Transplantes y enfermerías. La propia Embajada explica que el sueldo medio es de 10.000 reales (unos 3.300 euros) y tienen garantizados el alojamiento y la alimentación. Además la Administración también les facilita visados, billetes de avión y permisos de empleo para que los cónyuges puedan trabajar allí.
A prueba del hecho que muchos médicos españoles se están marchando está el incremento de tramites para el certificado de idoneidad profesional, que es uno de los documentos que se necesita para trabajar en otros países de la Unión Europea. Una gran mayoría emigra con el contrato ya firmado después de ser uno de los seleccionados en los procesos de reclutamiento que organizan empresas y Estados.
Pero no hay que olvidar que para trabajar en el extranjero se necesita hablar de verdad el idioma porque se va a atender a una persona. En la mayoría de destinos del viejo continente se pide el nivel B2, pero en otros el C1. En el caso de Dinamarca o Suecia no tienen como requisito conocer su lengua, pero luego se lo enseñan a los candidatos seleccionados.