En ese momento de incertidumbre económica hay muchas personas a que les bastaría con tener un trabajo para ser feliz. Por otro lado, hay paradójicamente un gran porcentaje de personas empleadas que se sienten infelices en su empleo y no se atrevan a cambiar o ir en búsqueda de otro por miedo de no encontrar ninguna alternativa.

La situación económica y el elevado nivel de desempleo han generado una gran incertidumbre, que se ha traducido en trastornos de ansiedad, estrés y depresión.

Muchos son los factores que influyen en la sensación de insatisfacción y descontento en el trabajo. Falta de estabilidad laboral, frustración, expectativas no cumplidas, mal ambiente laboral, presión, falta de reconocimiento profesional, envidias, baja retribución, competitividad, etc.

En el escenario de crisis se suele pensar además que si tienes un empleo no te puedes quejar, ya que con el puedes pagar las facturas a final de mes. El trabajo se va así convirtiendo en una obligación necesaria para pagar nuestras deudas.

Básicamente lo que pasa es que se nos olvida que pasamos la mayoría de nuestro tiempo en el trabajo y que deberíamos disfrutar y sentirnos feliz y satisfechos con lo que hacemos.

Hay muchas personas que son excelentes profesionales, pero que por circunstancias, lo pasan mal porque no pueden brillar en su puesto de trabajo y su empresa no sabe cómo sacarles partido. Además se sabe que las personas con talento y honestas son las que más sufren y son más infelices en sus trabajos porque lo toman muy en serio y se sienten los responsables en muchas situaciones.

Así que una de los principales secretos para ser feliz en el trabajo, es no cargarse en exceso de responsabilidad y culpa ante los problemas o los fallos que puedan ocurrir. Hay que saber asimilar y superar los obstáculos que surgen, adquiriendo experiencia para el futuro.

Otra aptitud fundamental es procurar mantener siempre una actitud positiva y preocúpate por las cosas sobre las en que puedes actuar y olvídate de aquello en lo que no puedes influir.

Estar en un entorno de trabajo agradable es otra componente fundamental para ser feliz en el trabajo. Tener un buen ambiente laboral y compañeros en los que te puedes apoyar en momentos de dificultad, es un buen comienzo para disfrutar con tu trabajo.

Si hay personas envidiosas y competitivas, lo mejor que puedes hacer es mantenerte alejado de ellos. Acostúmbrate a mantenerte indiferente a sus ataques y provocaciones. Acepta las críticas constructivas pero mantente firme ante las críticas destructivas.

Otra clave para estar feliz con tu trabajo es dedicarte a algo que te gusta para que te parezca más un entretenimiento que un empleo. Si tus mansiones son aburridas y repetitivas, esfuérzate por conseguir hacer lo que te gusta. Por ejemplo puedes desarrollar habilidades fuera de tu trabajo y aplicarlas dentro de tu empresa, buscando la forma en que puedas aportar valor más allá de lo exigido.

También ayuda mucho ajustar nuestras expectativas. En lugar de reponer demasiada ilusión en el trabajo, dedica tiempo a tus amigos, familia y a ti mismo. Hay más cosas en la vida y para estar más equilibrados y felices, es bueno no centrarlo todo en el trabajo.