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El mundo laboral

Vuelta al trabajo tras las vacaciones

Volver al trabajo tras las vacaciones es uno de los factores que hacen generar estrés y ansiedad en el ser humano. Si queremos evitar problemas de salud y llevar lo mejor posible la vuelta a la rutina, lo primer que debemos evitar es utilizar palabras como “síndrome postvacacional”. Asume que después de unos días de relax toca volver al puesto y afronta el regreso con una actitud positiva, esto te ayudará a que el tiempo pase más rápido evitando frustraciones.

Ver la mesa llena de papeles, la tienda llena de gente o el teléfono sin dejar de sonar puede provocarnos agobio. Para evitar esta sensación se deben priorizar las tareas que haya que realizar en función de su urgencia e importancia. No leas todos los correos de golpe ni intentes solucionar todo a la vez. Paso a paso el camino se anda de forma más segura.

Usa la progresividad también para la intensidad con la que llevar a cabo tu tarea. Por muchas responsabilidades que tengas que asumir, éstas también deben priorizarse y delegar en aquellas que puedan realizar otras personas. Empieza sin prisas y aumenta la intensidad a medida que avancen las semanas.

Tanto dentro como fuera del trabajo, establece momentos distendidos. Puedes contarle a tus compañeros cómo fue ese viaje que realizaste con tu pareja o amigos. Recordar las vacaciones debe ser un impulso para estar más contento en el trabajo y no un motivo para deprimirnos. Tras la jornada laboral, aprovechando que todavía hay buen tiempo, aprovecha para quedar con amigos, ir de compras o hacer deporte al aire libre. Todos estos planes nos ayudarán a desempeñar la tarea con más facilidad porque nos motiva a acabar lo antes posible y salir a disfrutar de ese plan en el que hemos pensado.

No te incorpores al trabajo justo tras la vuelta de las vacaciones y, si puedes, evita los lunes. Llegar de viaje y al día siguiente ir al trabajo puede suponer un shock más grande de lo que imaginas. Por eso, intenta volver a la ciudad donde vives uno o dos días antes para hacer en ella esas cosas que el trabajo no te permite por falta de tiempo: leer, pasear, visitar un museo, hacer la compra tranquilamente y poner la ropa en orden, para que todo esté listo cuando vuelvas al trabajo.

Por último, valora tu puesto de trabajo. Vuelves de las vacaciones porque tienes un empleo y, en los tiempos que corren, no todo el mundo puede decir eso.