- 1. Currículum
- 2. Carta de presentación
- 3. Carta de recomendación
- 4. Entrevista
- 5. Contrato
Currículum Vitae
El Currículum es, sin duda, uno de los puntos clave a la hora de buscar empleo. En él, mostramos nuestra experiencia y actitudes, por lo que conocernos es muy importante para saber qué es lo que podemos ofrecer. Las empresas cada vez buscan nuevos requisitos para completar su plantilla, por lo que nuestro CV debe ser capaz de cubrir estos requisitos para estar en ventaja a la hora de conseguir el puesto de trabajo.
Qué es
El CV es la recopilación de todos los datos académicos y laborales de una persona, además de sus experiencias a lo largo de su vida; es el escaparate de nosotros mismos.Debe ser una expresión concisa de toda la información de una persona: datos personales, formación, experiencia profesional, etc. Todo con el mismo fin: conseguir una entrevista de trabajo.
Características
- El CV debe servir como presentación del futuro empleador.
- Debe de captar la atención de los aspectos más relevantes de nuestra personalidad y de nuestro recorrido académico y profesional.
- Debe de fomentar el recuerdo de los datos que mejor hablan de nosotros, sobre todo para facilitar esta tarea al empleador después de nuestra entrevista.
- A veces es recomendable adecuar nuestro CV a los requisitos solicitados para un puesto de trabajo; pero en ningún momento se debe mentir sobre nuestras aptitudes.
Antes de realizar el CV
Debido a la gran demanda de puestos de trabajo, cada vez más se requiere, por parte de las empresas, un perfil más especializado y unos requisitos más concretos. Ya no son sólo importantes los conocimientos laborales que poseas, también debes de cumplir una serie de características y actitudes personales que deberías de desarrollar en el puesto de trabajo.Por lo que el CV debe ser una forma de expresar todas estas características de forma adecuada. Para ello, antes de nada, debemos de conocernos a nosotros mismo y conocer que es lo que la empresa está buscando en sus futuros empleados.
También es muy importante que tengas las ideas claras acerca de la información que quieras dar y el orden en el que aparecerá. Debes de pensar que el CV es la única oportunidad que tendrás para causar buena impresión a tus posibles empleadores.
Deberías tomarte un tiempo en plantearte las siguientes cuestiones:
- ¿A quién voy a dirigir mi curriculum?: conocer la compañía y saber qué es lo que busca para poder enfocarlo a sus necesidades.
- ¿A qué puesto voy a presentarme?: saber qué puesto es y qué requisitos son necesarios para desempeñarlo.
- ¿Es mi preparación suficiente?: es muy importante saber si posees aquello que se te pide, y si es así, resaltarlo.
- Logros profesionales: resalta aquello que se te de bien y de lo que estés orgulloso, sobre todo si tiene que ver con el mundo profesional.
- Experiencia profesional anterior: haz un análisis de tu trayectoria laboral. Intenta modelar de forma positiva los períodos inactivos y las tareas realizadas.
- Idiomas: hoy en día, es un requisito indispensable en la mayoría de las ofertas de trabajo. Si sabes alguno de forma fluida, resáltalo.
- Dominio de la informática: realiza una lista con aquellos programas que manejes y tu nivel de dominio. Si alguno puede interesar para el puesto de trabajo, destácalo.
- Qué otras experiencias puedo incluir?: hay bastantes experiencias que se tienen en alta consideración en un CV: voluntariado, estancias en el extranjero, etc. Es una forma de mostrar tus actitudes e inquietudes hacia la vida.
Estructura del CV
Cuando ya hayamos realizado el análisis previo sobre nosotros y la empresa, es hora de ponernos a redactar nuestro CV. Su estructura es estándar, por lo que debes prestar atención en la forma de expresartey en seleccionar concienzudamente las palabras claves para describirte.
Lo primero de todo es ponerle un título, ya sea poniendo “Currículum Vitae” y/o añadiéndole nuestro nombre. Seguidamente debemos empezar a estructurar nuestro CV de la siguiente manera:
- Datos personales: Nombre y Apellidos, Fecha y Lugar de Nacimiento, Estado Civil, Dirección Personal, Teléfono de Contacto, Dirección de Correo Electrónico, etc.
- Formación académica: estudios realizados junto con las fechas de inicio y finalización, centro de estudios y lugar del mismo. Normalmente, con que pongas aquellos estudios más relevantes para tu formación profesional bastaría.
- Otros títulos: estudios complementarios a los realizados que hayan mejorado tu formación académica, junto con los mismos datos expuestos en el anterior apartado.
- Perfil personal: una breve biografía de tu trayectoria profesional, un pequeño resumen de tus habilidades y aptitudes profesionales. Deberías de contestar estas tres preguntas: quién soy, cuáles son mis habilidades específicas y mis aptitudes y logros. No confundir con la carta de presentación
- Experiencia laboral: experiencia profesional relacionada con la formación recibida, o que puedan ser de utilidad para la empresa contratadora. Debes poner en cada una las fechas, el nombre de la empresa, y tus funciones dentro de ella. Defínelos en base a tus logros y contribución a ese puesto.
- Idiomas: todos los idiomas que conozcas y tu nivel (hablado, escrito y leído) en cada uno de ellos. Si posees algún título que certifique tu nivel, indícalo.
- Informática: enumera los conocimientos informáticos que tengas por categorías, y especifica tu nivel de conocimiento: Hojas de Cálculo, Sistemas Operativos, Diseño Gráfico, Procesadores de Texto, Internet, etc.
- Otros datos de interés: señala todos los aspectos que no hayan tenido cabida en los apartados anteriores y que tu consideres que puedan tener relevancia: carnet de conducir, disponibilidad, aficiones, etc. Ellos pueden reflejar partes de ti que ayuden a marcar la diferencia con el resto de candidatos. No debes explayarte en ellas, pero tampoco enumerarlas de forma genérica, ya que deben aportar información de valor.
Recomendaciones
- El curriculum no debería de excederse de las 3 páginas. Recuerda que el entrevistador posee poco tiempo para leerse los CV, por lo que hay que facilitarle el trabajo.
- Economiza lo que vayas a decir. Si puedes decir lo mismo con tres palabras que con diez, hazlo. Por Ejemplo, escribe “Redactor Jefe. Funciones…” en vez de “Como Redactor Jefe mis funciones fueron…”
- Evita las frases hechas y demasiado redundantes; al igual que no escribas frases inútiles sólo por rellenar espacio.
- Intenta expresar una idea por frase
- Intenta utilizar frases, palabras y párrafos cortos. Te evitarás muchos problemas que pudieran surgir con la comunicación escrita.
- En el caso de adjuntar una fotografía tuya, que sea original. Si no es el caso, es casi mejor no adjuntar una fotocopia –por muy de buena calidad que sea-.
- Nunca des una fotocopia de tu CV, debe ser siempre el original. Debes de cuidar la imagen todo lo que puedas.
- Refleja en cada CV las características que cada empresa necesita y que tú posees. No hay dos empresas iguales, como no hay dos empleados iguales; por lo que enfatiza aquello que te hace apto para ese puesto de trabajo.
- Evita las estridencias de color en tu curriculum.
- Cuida mucho la creatividad del CV. Recuerda que es un escaparate sobre ti mismo, y en muchos puestos de trabajo puede ser un punto a favor.
- No adjuntes ningún certificado o títulos acreditativos, a no ser que te los pidan
- No lo escribas a mano, a menos que lo especifique la empresa
Modelos
Según tu trayectoria y la oferta a la que quieres optar, puedes elegir entre hacer el currículum de tres formas distintas:
CV cronológico
Es el más habitual. Es el cual muestra tu historia laboral y académica ordenada por fechas, siempre comenzando por la más actual.
- Este modelo es el más adecuado cuando se tiene una larga trayectoria profesional y/o cuando tus funciones se han ido desarrollando en la misma área, por lo que se aprecia una progresión.
- Ventajas: pone de manifiesto la evolución de tu carrera, destaca el aumento de funciones y la promoción profesional, es el formato más tradicional y con mayor aceptación, es fácil de leer y de entender; y refleja con mayor rapidez los datos relevantes.
- Inconvenientes: pone de manifiesto largos períodos de inactividad laboral o cambios frecuentes de lugar de trabajo, puede reflejar con mayor facilidad la edad que tienes, puede mostrar la falta de reciclaje o actualización laboral y formativa.
CV funcional
Es el orientado a destacar tus capacidades y logros, sin dar demasiada información acerca de donde tuvieron lugar.
- La información se agrupa por bloques y categorías, siendo las primeras posiciones aquellas más afines al puesto de trabajo vacante. Esto permite tener un conocimiento rápido de tu experiencia en ámbitos determinados. Es muy recomendable para aquellas ofertas de trabajo que sean totalmente diferente a lo que hemos hecho anteriormente, donde no es relevante tus experiencia laboral anterior; o si llevas mucho tiempo inactivo o acabas de terminar tus estudios universitarios y careces de experiencia.
- Ventajas: está más centrado en tus capacidades y aptitudes, y no tanto en tu trayectoria profesional, es mucho más flexible a la hora de organizar la información, o de incluir otra nueva relacionada con nuestros intereses y motivaciones, permite tener un conocimiento más instantáneo de nuestra formación
- Inconvenientes: las empresas donde has trabajo y tu período en ellas quedan en un segundo plano, limitan la descripción de tus tareas y responsabilidades en anteriores trabajos.
También se puede optar por un modelo mixto de ambos modelos. El modelo mixto es el más completo, ya que mezcla ambas versiones, aunque es algo más complicado de realizar. Se debe de empezar siempre por el Modelo Funcional, organizando la información por temática, para luego derivar a un orden cronológico.
- Ventajas: destaca tanto tus funciones y capacidades, como tu experiencia y formación, es mucho más flexible y permite mejor la creatividad.
- Inconvenientes: no es el ideal para empresas donde piden formularios estándar, como las páginas web de empleo, al necesitar un currículum diferenta para cada puesto de empleo, es un trabajo extra.
Carta de Presentación
A la hora de realizar nuestro Currículum Vitae es aconsejable realizar una “Carta de Presentación”, dirigida a la empresa donde queramos solicitar un puesto de trabajo. Es una buena forma de presentación y aportará más oportunidades a tu candidatura frente al resto.
Qué es
La Carta de Presentación es una especie de introducción a nuestro curriculum, un saludo y presentación de cortesía del aspirante hacia la empresa en cuestión. En ella el seleccionador podrá encontrar los primeros conocimientos que puedan destacar de nosotros, y que puedan ser determinantes a la hora de posicionar nuestra candidatura hacia un lado más positivo o negativo.
Su objetivo es crear una buena primera impresión de nosotros, haciendo que el potencial empleador tenga en alta consideración nuestro curriculum para una entrevista personal y para el puesto solicitado.
Es decir, la Carta de Presentación debe de expresar nuestras motivaciones y actitudes hacia el puesto a solicitar de una forma breve y concisa.
Sus funciones son, esencialmente:
- Llamar la atención del potencial empleador hacia nosotros, y marcar la diferencia entre nosotros y el resto de los solicitantes.
- Expresar nuestro interés hacia la empresa o el puesto que estamos interesados en cuestión.
- Describir nuestras actitudes y –si se quiere- mostrar indicios de cómo es nuestra personalidad.
Hay dos tipos de Cartas de Presentación:
- Carta de Presentación que se dirige expresamente para puesto: es la que se confecciona para un puesto ofertado en cuestión. Es necesario hacer un análisis previo de la empresa para realizar esta carta, al igual que del sector al que nos estemos dirigiendo; y hacer referencia del puesto a solicitar, fecha y lugar donde vimos la oferta de empleo en el encabezamiento de la carta. Debemos enfatizar aquellas actitudes y características que encajen mejor con el perfil que se requiere en la oferta, y dejar patente nuestro interés en formar parte de la empresa en cuestión.
- Carta de Autopresentación: no va dirigida a ninguna oferta de empleo en concreto. Su objetivo es crear un recuerdo positivo ante posibles ofertas futuras; para ello es recomendable dirigirnos al máximo responsable de selección al que podamos acceder de la empresa en cuestión. Debemos indicar de forma clara el puesto que deseamos desempeñar y nuestras habilidades y aptitudes, al igual que nuestro formación, para el mismo; todo ello orientado a los intereses de la empresa.
Estructura de la Carta de Presentación
1. Encabezamiento
- Los datos personales del solicitante (nombre y direcciones completas, código postal, teléfono de contacto y dirección de correo) deben ir en la parte superior izquierda o en el centro.
- Debajo de los datos, a una distancia de unas dos líneas y a la derecha, deben aparecer los datos del destinatario, teniendo en cuenta que el nombre debe ir precedido del tratamiento pertinente y su cargo. A continuación, se escribirán el nombre y los datos de la empresa.
- Dos líneas por debajo y a la derecha se incluirá la localidad y la fecha de envío de la carta de esta forma: “Madrid, 24 de noviembre de 2011”
- En el caso de que estemos solicitando un puesto en concreto, debemos de incluirlo también como referencia en este encabezamiento.
2. Desarrollo
- Saludo: al tener que estar a carta dirigida a un destinatario, pondremos el nombre completo o el apellido del mismo precedido de su tratamiento. En el caso de no saber exactamente a quién dirigirnos, utilizaremos formas más genéricas (Señor director de Recursos Humanos, Señores, etc.)
- Introducción: presentación y objetivos de la carta; por lo que debes de apelar al lector para llamar su atención y hacer referencia al puesto que solicitas y dónde has sabido de él (si es este el caso). Si conoces la compañía, es recomendable que lo utilices mencionando premios ganados, proyectos en desarrollo, etc.
- Cuerpo: aquí es donde debes “venderte”, remarcar los puntos fuertes de tu currículum y de ti mismo. Mostrar tus habilidades para el puesto ofertado o, en el caso de que sea una Carta de Autopresentación, para el que te gustaría postular. En definitiva, mostrar a la empresa porque es necesaria tu contratación.
3. Cierre
- Solicita que se te tenga en consideración para futuras citas, pero intenta no caer en tópicos como “espero su llamada” ni en ser demasiado directo al pedir una entrevista. Despídete de forma cortés e intenta hacer algún cumplido modelo hacia la empresa. No te olvides de firmar y, como sugerencia, puedes incluir en ella tu teléfono a modo de recordatorio.
Otras Recomendaciones
- Indica primero qué es lo que solicitas y luego su justificación para que esta afirmación.
- No te excedas en la carta; con que escribas alrededor de 200 palabras debería de bastarte. Debes ser breve pero conciso.
- Cuatro o cinco párrafos deberían de bastarte para tu redacción; siendo el primero y el último los más relevantes.
- Utiliza siempre la primera persona; usando mejor verbos que adjetivos.
- Incluye palabras que se mencionen en la oferta de empleo, además de frases convincentes y palabras positivas.
- Evita la información que no tenga relación con el puesto, sector y/o empresa que se oferta; y adapta tu vocabulario al propio del sector.
- Intenta mantener una coherencia en la estructura: si empiezas las frases con verbos, intenta que todas empiecen así, por ejemplo.
- Intenta evitar los verbos en gerundio; es mejor utilizar verbos activos.
- Cuida la ortografía, sintaxis y gramática.
- Debes mandar siempre la carta original; nunca mandes una fotocopia o realices la misma carta para varios solicitudes.
- Puede que se pida que esté escrita a mano, por lo que debes de vigilar la limpieza de la carta; no escribir a bolígrafo, que los renglones estén lo más rectos posibles, etc.
Recuerda:
No olvides que la Carta de Presentación ayudará al destinatario a emitir un juicio sobre ti. La carta debe de definirte de forma positiva; puede ser tan determinante como el currículum en la decisión final. Por ello nunca olvides mostrarte proactivo en cuanto a lo que la oferta y la empresa se refiere; y mostrar todas las actitudes que puedan ser de interés para el puesto en cuestión.
Carta de Recomendación
A la hora de solicitar un puesto de trabajo a veces el curriculum y la carta de presentación no son suficientes para conseguir el empleo. Una de las herramientas que pueden vencer la balanza a tu favor es la Carta de Recomendación.
Qué es
La Carta de Recomendación, como su nombre indica, es la que recomienda a alguien a alguna persona –en este caso a la empresa-. La suele realizar alguien con cierto cargo perteneciente a anteriores puestos de trabajos, pero también puede ser redactada por algún compañero o antiguo profesor. Es el documento que implementa información complementaria y externa al Currículum Vitae y Carta de Presentación.
En ella se muestra de forma positiva la anterior vida laboral del solicitante y sus cualidades humanas. En cierto modo, es un aval que aporta seguridad y confianza al destinatario acerca de nosotros.
Características
- No debe superar las dos páginas de extensión, y debe estar redactada con lenguaje formal, ortografía cuidada y prestando atención a las normas gramaticales.
- Debería estar escrita por ordenador.
- Se valora mucho de quién proviene la carta por lo que, a mayor cargo, mejor.
- Debe ir dirigida directamente a la persona encargada de la selección de empleados; hay que evitar lo impersonal.
- Hay que ser concreto. Lo mejor es centrarse en varios aspectos diferentes de la persona en vez de intentar abarcarlo todo; y que sean un reflejo de la persona, su crecimiento y contribución para la anterior compañía.
- Se deben de evitar aquellas características que pudieran ser discriminantes, como la religión, nacionalidad, género, edad, estado marital, etc.
- Es preferible usar palabras que denoten energía y predisposición –comprometido, inteligente, observador, eficiente, creativo…-, y evitar en la medida de lo posible palabras que puedan llevar a equívocos.
- Es preferible ofrecer un borrador a la persona que nos va a redactar la carta, a modo de facilitarle el trabajo y no robarle tiempo en el favor que nos brinda
- Hay que evitar que la carta suene pedante y forzada
- Es también recomendable adjuntarle a nuestro “recomendador” nuestro currículum para que tenga más información en la que apoyarse
La Carta de Recomendación debe tener:
- Identificación: dirigida siempre a la persona encargada de seleccionar el personal de la empresa; por lo que es muy importante saber el nombre/s de la/s misma/s.
- Seguidamente deberemos identificar a la persona recomendadora, apareciendo claramente cuál es su cargo y los datos de a quien recomienda.
- Contexto: parte de la carta donde se especifica el trabajo o actividades realizadas por la persona a recomendar en el anterior puesto para, posteriormente, enumerar los aspectos y características positivos de la persona. En todo lo posible se deberán adecuar esas características al perfil buscado por la nueva empresa
- Recomendación: aquí es donde se relacionan estos aspectos positivos con el puesto que se desea desempeñar, tanto laborales como personales
- Cierre: una pequeña conclusión de lo dicho anteriormente, cerrando nuestra recomendación y ofreciendo nuestros servicios para posteriores dudas o detalles del candidato.
Entrevista de Trabajo
Después de realizar todos los pasos anteriores para la búsqueda de empleo, llegarás al objetivo de todos ellos: la Entrevista de Trabajo. La entrevista personal será el paso más importante para conseguir el puesto de trabajo deseado. Es por ello que se debe ir bien preparado, tanto en lo que se quiere decir como en la vestimenta y actitud, para crear una buena impresión al entrevistador.
Qué es
Es la herramienta más utilizada a la hora de seleccionar nuevo personal en una empresa. En ella se produce una toma de contacto entre la empresa –normalmente, el responsable de Recursos Humanos de la misma- y el solicitante al puesto.
Por tu parte, la Entrevista debe tener como objetivo convencer al entrevistador de que tú eres la persona que andan buscando, y apoyar tu afirmación en hechos.
Suele estar configurada por una serie de preguntas y respuestas entre ambas partes y, a veces, también por alguna prueba escrita (test psicotécnico, de actualidad, etc.) o algún caso práctico.
Otro de los objetivos que debe tener la entrevista es que el entrevistador amplíe la información acerca del candidato y le ayude a resolver las dudas que le hayan podido surgir a la hora de revisar su candidatura.
Tipos
- Entrevista telefónica: normalmente, suelen estar coordinadas con antelación. Muchas veces es el primer paso para una entrevista presencial, por lo que se debe estar preparado como cualquier otra. No olvides tener papel y bolígrafo cerca, al igual que tu currículum. Las ventajas es que puedes prepararte de antemano notas y tenerlas delante mientras transcurre la entrevista. Las desventajas es que hay actitudes personales que pueden escaparse por no estar frente a frente al entrevistador.
- Entrevista en persona: es la más común. Se realiza entre el candidato y un representante de la compañía. Su objetivo es llegar a conocer cómo se desenvuelve el candidato y su capacidad de reacción, además de conocer más acerca de sus aptitudes y capacidades.
- Entrevista de panel: es como la entrevista individual, pero intervienen varios entrevistadores.
- Entrevista grupal: se convoca a varios candidatos a la vez. Se realizan debates, se proponen situaciones, etc. Todo con el fin de que el seleccionador pueda ver cómo actúa e interactúa cada candidato ante las situaciones que se plantean.
Antes de la entrevista
Antes de presentarte en la entrevista es preciso hacer una preparación previa para ganar confianza en uno mismo, disipar los nervios y tener la certeza de que se va a realizar lo mejor posible.Por ello, te recomendamos que tengas en cuenta estos puntos:
- Infórmate de todo lo que puedas acerca de la empresa: a qué se dedica, quiénes forman la junta directiva, proyectos realizados, las características del puesto vacante, etc. Esto demostrará tu gran interés por la empresa.
- Asimismo, intenta averiguar y recordar el nombre y cargo de la persona que te va a entrevistar.
- Prepárate de antemano lo que quieres decir. Realiza una redacción con todo lo que quieras decir; aunque parezca una tontería, a la hora de presentarte delante del entrevistador te ayudará a mantener la calma y a recordar aspectos que puede que en el curriculum se pasen por alto y que puedan ser de ayuda.
- Practica posibles preguntas. Aunque no puedes adivinar qué te van a preguntar, sí que es bueno que te prepares las que posiblemente te hagan como “¿Por qué te gustaría trabajar aquí?, ¿Cuánto sueldo le gustaría cobrar?, ¿Cualidades y defectos?, ¿Qué es lo que espera aportar a la empresa?, etc.
- Un truco para evitar la improvisación es el conocido análisis DAFO (Debilidades, Fortalezas, Amenazas y Oportunidades). Tómate tu tiempo para redactar en columnas estos cuatro puntos sobre ti mismo y buscar soluciones para las debilidades y amenazas y para fomentar las fortalezas y oportunidades, además de saber cómo convertir tus amenazas en oportunidades.
- Cuando vayas a la entrevista, lleva contigo al menos una copia de tu currículum.
- Estúdiate lo que has puesto en el currículum. Recuerda que lo que has escrito en él debe de coincidir con lo que le cuentes al entrevistador, así evitarás situaciones incómodas
- Estúdiate lo que has puesto en el currículum. Recuerda que lo que has escrito en él debe de coincidir con lo que le cuentes al entrevistador, así evitarás situaciones incómodas
- Evita los nervios. Debes de intentar mantener la calma y estar mentalmente ágil. Para ello, el día de antes descansa bien, evita el exceso de cafeína, etc.
- Sé puntual; aunque tampoco llegues con demasiada antelación. En el caso de que vayas a llegar tarde, avisa con suficiente antelación a la empresa para evitar quedar mal.
- No vayas acompañado a la entrevista, ya que denota una carencia de personalidad.
- Cuida de vestimenta. Intenta ir arreglado, pero sin que se note forzado para tu personalidad. Asimismo, es importante adecuar tu vestimenta al puesto que se solicita (por ejemplo, si el puesto es de directivo lo correcto es ir en traje).
- Recuerda que muchas veces es mejor la discreción que pecar de llamativo, y que siempre hay que ir acorde a la personalidad de cada uno.
Durante la entrevista
A la hora de enfrentarte a una entrevista de trabajo oirás muchos trucos y consejos para que salga lo mejor posible. En sí, no hay ningún manual establecido de cómo realizar una entrevista con éxito, pero si hay una serie de cánones que pueden ayudar.
Aquí te damos algunos consejos para que la entrevista salga lo mejor posible y sepas mantener el control ante toda la batería de preguntas –unas más sencillas, otras más complicadas o comprometidas-que se te realizarán a lo largo de la misma.
- Responde con naturalidad. Intenta mantener tus nervios al margen, ni mentir ni tampoco exagerar la información que de.
- Desde el comienzo crea un ambiente agradable y distendido. Debes ser amable y respetuoso con tu entrevistador, mostrando siempre una actitud positiva ante la situación.
- • Nunca te adelantes al entrevistador, deja que termine de formular lo que te esté diciendo. Hay que saber escuchar con atención y sin precipitarse para poder contestar lo que se te está pidiendo.
- Siempre trata de “usted” a tu entrevistador, al menos hasta que el te pida un trato más coloquial.
- Cuida tu lenguaje verbal, intentando evitar lo más que se pueda muletillas o similares, al igual que expresiones tajantes y/o palabras rebuscadas y rimbombantes. Mantén un tono de voz medio y pausado, que se te vea relajado.
- Así mismo, vigila tu lenguaje corporal. Siéntate de forma correcta, no te muevas en exceso e intenta no gesticular mucho. Por ejemplo, cruzar los brazos es signo de autodefensa; por lo que intenta evitarlo.
- No hables demasiado. Un buen interlocutor sabe decir todo de forma concisa. Aún así, no peques de respuestas cortas. Un buen truco es pensar lo que se va a responder antes de hacerlo, para aclarar las ideas.
- No te niegues a contestar; responde a todas las preguntas que se te formulen. Si alguna pregunta te resulta incomoda o no adecuada, lo mejor es contestar educadamente y sin exaltarse que no se considera relevante para la entrevista.
- Nunca hables mal de tus anteriores empresas y/o compañeros.
- Muéstrate interesado; realiza preguntas educadamente –siempre que se encuentren dentro del contexto-. Eso si, no te muestres desesperado por conseguir un empleo. El entusiasmo es bueno, pero no la súplica.
- Tanto en el saludo como en la despedida, utiliza fórmulas convencionales para ello; y espera a que el entrevistador te extienda la mano.
- No te quedes con dudas. Si hay algo que necesites preguntar sobre la oferta de trabajo, hazlo, pero siempre dentro del respeto y sin ser demasiado directo.
- No te centres en lo económico. Éste no es el momento para negociar los aspectos económicos de un puesto de trabajo, por lo que intenta evitarlo. Es cierto que puede que se te pregunte por cuánto sería para ti el sueldo justo, por lo que debes de contestar con honestidad, pero sin que sea muy alto o muy bajo.
- No aparezcas mal vestido. Como ya dijimos antes, no debes disfrazarte para la entrevista de trabajo, pero siempre hay que mantener un mínimo de adecuación a la hora del vestir. La imagen que des dice mucho de ti, y más dependiendo de qué puesto de trabajo se trate.
- Agradece a la compañía la oportunidad que te han dado.
Contrato de Trabajo
Has superado todos los pasos del proceso de selección y te han ofrecido el puesto, por lo que el paso final es el contrato.
Qué es
El Contrato es un acuerdo de voluntades entre varias partes por la cual el denominado “trabajador” se compromete a prestar una serie de servicios para el “empleador”, que puede ser una persona física o jurídica. Éste último está obligado a pagar por estos servicios con una remuneración determinada en el mismo contrato, durante un período de tiempo estipulado.
Tipos
Es muy difícil hablar de cuántos tipos de contrato existen, ya que pueden variar dependiendo de las condiciones del mismo y de los acuerdos por ambas partes. Pero sí se puede hablar de tres grandes tipologías que engloban todas las demás.
Por lo tanto, y de acuerdo a la ley vigente, en España podemos diferenciar:
- Contrato Indefinido: es aquel contrato que se acuerda sin establecer límites de tiempo a la hora de prestar los servicios. Puede ser llevado a cabo de forma verbal o escrita, siendo comunicado en la Oficina de Empleo en los 10 días siguientes a su firma. El contrato podrá extinguirse por cualquiera de las partes previo aviso a la otra parte con una antelación mínima de 15 días. Éste puede ser, a su vez, a tiempo parcial, de relevo, fijo discontinuo, etc.
- Contrato temporal: es aquel contrato en el que se acuerda establecer un período de tiempo para la prestación de los servicios. Dentro de este tipo de contrato, los más comunes son:
- Contrato formativo: su finalidad es ofrecer una formación –tanto teórica como práctica- en el desempeño de un puesto de trabajo u oficio, por el que se precise un nivel de cualificación con acreditación. El tiempo del trabajador debe ser mínimo del 15% de la jornada máxima estipulada en el convenio colectivo de la empresa. Suele darse como un complemento de la formación teórica del individuo en un centro de estudios. El período de prueba de este tipo de contrato es de 2 meses. Al finalizar el período del contrato, el empresario deberá de entregar al trabajador un certificado donde se exprese la formación práctica adquirida. Tiene una limitación de edad de 24 años, salvo si se refiere a personas con discapacidad. Además, la duración de este tipo de contratos no puede superar los dos años.
- Contrato en prácticas: tiene como fin el obtener la práctica profesional apropiada al nivel de estudios del trabajador con título universitario y/o de formación profesional. Un requisito es que no haya pasado más de cuatro años desde el fin del correspondiente estudio o de su convalidación. En este caso tampoco puede superar los dos años de duración, y debe ser como mínimo de seis meses. El período de prueba no puede ser superior a un mes para los titulados medios, a lo sumo dos para los titulados superiores.Se podrán realizar como máximo dos prórrogas, con los mismo límites de duración que el primer contrato, salvo que el convenio estipule otra cosa. La retribución de este contrato será la fijada en el convenio colectivo, aunque ésta nunca debe ser inferior al 60% del salario fijado para ese puesto de trabajo durante el primer año.
- Contrato de obra y servicio: es el cual se establece para realizar una obra o prestar un servicio, con autonomía dentro de la actividad de la empresa. Suele tener duración incierta, ya que la duración será la necesaria para llevar a cabo la obra o servicio estipulado. Aún así, este tiempo no podrá superar los tres años, con ampliación de un año. En el caso de que se extinguiera el contrato por parte de la empresa, se deberá indemnizar al trabajador por importe de 12 días de salario por cada año de servicio, salvo que el convenio colectivo determine lo contrario.
- Contrato a trabajadores con discapacidad: son aquellos que se acuerdan con una persona legalmente discapacitada. Pueden ser temporales, indefinidos, de interinidad, etc. La empresa empleadora tiene el deber de mantener el contrato por un período mínimo de 3 años, sólo pudiéndoles despedir por causas justificadas y sustituyéndoles por otros trabajadores con discapacidad. El máximo de edad que se establece para los contratos de formación no se aplicará en estos casos. El trabajador, en estos casos, deberá estar en posesión de un título superior o de grado medio, o cualquiera reconocido como equivalente de los mismos.
Otros tipos de contratos muy comunes son:
- Contrato indefinido de fijos-discontinuos.
- Contratos acogidos al Programa de Fomento del Empleo.
- Contratos de mayores de cincuenta y nueve años.
- Contrato para el fomento de la contratación indefinida.
- Contrato temporal para trabajadores desempleados en situación de exclusión social.
- Contrato eventual por circunstancias de la producción.
- Contrato de interinidad.
- Contratación en sustitución por anticipación de la edad de jubilación.
- Contrato de relevo.
- Contrato a tiempo parcial.
- Contratos de trabajo de grupo.
- Contratos de trabajo a domicilio.
Qué debe tener un contrato
- Datos de la empresa y del trabajador
- La fecha en la que se iniciará la relación laboral y su duración
- El tipo de contrato del que se trata
- El objeto del contrato, es decir, las funciones (categoría profesional) que va a desempeñar el trabajador en la empresa
- Las condiciones en las que se va a prestar el servicio tales como el lugar (centro de trabajo), los días de la semana y el horario.
- El periodo de prueba
- La duración de las vacaciones
- La remuneración
- El convenio colectivo aplicable
El contrato sólo podrá tener validez si se realiza bajo los requisitos expuestos y celebrándose con consentimiento mutuo, sin coacción ni amenazas por ninguna de las dos partes; y teniendo en cuenta que el contrato no tiene como objeto ningún aspecto de servicios imposible o ilegales.
También se precisa que se celebre de forma verbal o por escrito, que quede firmado por ambas partes en los 15 días siguientes a la incorporación del trabajador, y mientras se ajuste a las condiciones que se le ofrecieron en un principio.
Derechos del trabajador
- A la ocupación efectiva durante la jornada de trabajo.
- A la promoción y formación en el trabajo (ascensos, cursos de formación y adaptación… etc.)
- A no ser discriminados para acceder a un puesto de trabajo.
- A la integridad física y a la intimidad.
- A percibir puntualmente la remuneración pactada.
Deberes del trabajador
- Cumplir las obligaciones concretas del puesto de trabajo conforme a los principios de la buena fe y diligencia.
- Cumplir las medidas de seguridad e higiene que se adopten.
- Cumplir las órdenes e instrucciones del empresario en el ejercicio de su función directiva.
- No realizar el mismo trabajo para otra empresa que desarrolle la misma actividad.
- Contribuir a mejorar la productividad.
- Los demás que se establezcan en el contrato de trabajo.
Convenios de Prueba
Es optativo dentro de las empresas. Es aquel período por el que la empresa establece tiempo de prueba para ver cómo el nuevo trabajador se desenvuelve dentro del nuevo puesto. Es muy recomendable negociar este punto en el caso de que se diera; y debiera estar reflejado por escrito en el contrato.Su máxima duración no debe superar los seis meses para los técnicos superiores y los dos meses para el resto de trabajadores.
Durante este período el trabajador tiene los mismos derechos y deberes que cualquier otro trabajador. Se podrá rescindir el contrato por cualquiera de las dos partes sin necesidad de avisar con anterioridad ni alegar causas justificadas para ello.